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William Marrion Branham
Diciembre 27, 1959
Tabernáculo Branham
Jeffersonville, Indiana, E.U.A.

1. Yo todavía me estoy gozando con la bendición de esta mañana, no se sabe las cosas que Dios podría hacer por nosotros cuando nos reunimos. ¿Se han dado cuenta cómo están las cosas por aquí desde que hicimos esta consagración a Dios? Bendición tras bendición, fortaleza tras fortaleza, de gloria en gloria; ha sido maravilloso y El seguirá haciéndolo así. Ya he orado por estos pañuelos que pertenecen a alguien de aquí.

2.- Quiero hacer el comentario por un momento y darle primero las gracias a todos Uds. por los regalos de Navidad, el traje que me han regalado; ¿era eso lo que había en el suyo, Hno. Neville? Sí señor, sí, un traje. Bueno, los predicadores siempre llevan puesto un traje (este me queda muy bien). Maravilloso, eso está bien. Uno suda y el sudor acaba con la ropa más rápido que cualquier otra cosa que yo conozco, se necesita mucha ropa para sostener a un predicador; ropa buena, porque esa tela de algodón barato se acaba en un momento, así que un buen traje como este tendrá bastante uso.

3.- Sólo piense que Ud. está respaldando y regalando esta ropa a los siervos del Señor. El Señor les bendiga. Jesús dijo: “Por cuanto lo hiciste a uno de estos mis hermanos, a Mí lo hiciste”. (Mateo 24:40). Por lo tanto Ud. no trajo unos trajes para dos ministros, Ud. trajo dos trajes para Jesús. Eso fue lo que El dijo: “A Mí lo hiciste”.

4.- ¿Se dieron cuenta de ese toque Celestial de esta mañana? No hubo llamado al altar ni más nada, pero después del Mensaje y de la frescura del Espíritu Santo cayendo sobre el pueblo y la gloria de Dios moviéndose, comenzaron a pasar de todo lados. Vi a algunos buenos amigos míos, Bautistas, de la Iglesia Bautista de la calle Walnut, de Louisville, estaban parado en el pasillo siendo bañados con el Poder de Dios. ¡Oh Dios! Me encontré con ellos después del culto y me dijeron: “Ese era el Poder de Dios”. Les dije: “Correcto, tienen razón”.

5.- El Poder de Dios, uno no encuentra palabras para decirlo, no sabe que decir; el Espíritu Santo se apodera del culto y uno no sabe que va a hacer con él, con tranquilidad, con dulzura, con humildad, todo quebrantado. Oh Hno. Pat, eso es el Cielo para mí; yo soy uno de esos tipos anticuados que le gusta esa sensación.

6.- Como contaba el difunto Paul Rader, una vez él estaba contando algo y decía que él y su esposa estaban sentados a la mesa, ella quería ir a alguna parte o hacer algo y él se mantenía diciéndole: “No puedo hacerlo”. La hizo sentir mal. Entonces él la miró y las lágrimas bajaban por sus mejillas, pensó en su corazón: “Si es tan fácil de herir, voy a dejarla que permanezca así”. Como cualquier hombre, recogió sus papeles y los puso allí sobre el plato. Ella siempre se paraba en la puerta y lo despedía con un beso y cuando él salía por el portón lo saludaba con la mano hasta que él regresaba de su oficina.

7.- Aquella mañana cuando se iba, ella estaba parada en la puerta, él le dio un beso y caminó hasta el portón, abrió el portón, miró hacia atrás, ella estaba parada en la puerta con su cabeza inclinada, todavía herida, él la saludó con la mano y ella también. El decía que comenzó a caminar por la calle y pensaba: “¿Qué si algo me sucediera antes de volver a casa? ¿Qué si algo le sucediera a ella antes de que regresara? ¿Si Dios nos sacara de la escena y tan buena mujer que ha sido ella, tan dulce?” Entre más se alejaba más sentía su corazón.

 

8.- Así que dio la vuelta, regresó corriendo y abrió el portón, entró corriendo a la casa y abrió la puerta; cuando abrió la puerta escuchó a alguien llorando. Miró a su alrededor y ella estaba parada detrás de la puerta. El decía que no le dijo ‘perdóname’ ni tampoco ‘me disculpo’, no dijo nada; simplemente la agarró y la besó nuevamente, dio la vuelta y se volvió a ir. El contaba que salió por el portón y ella estaba de nuevo parada en la puerta; él le dijo adiós y ella le dijo adiós como lo hizo la primera vez; pero la última vez había sentimiento allí. Así es que es, cuando hay un sentir en eso, realmente es algo de Dios.

9.- Hace unos momentos al nombrar el nuevo síndico, el Hno. Sothmann. Estoy seguro que los síndicos y todos están conscientes que al finalizar el año fiscal, el primero de Enero, expiran todos los oficios de la iglesia tales como pastor, diáconos y demás; si desean continuar… Los pastores no, no quise decir eso, quise decir síndicos, diáconos, maestros de Escuela Dominical y otros; el pastor es elegido por la iglesia. Pero si los actuales síndicos, diáconos o maestros de la Escuela Dominical quieren continuar, pueden hacerlo; si no quieren, deben renunciar, si no quieren continuar, sin nada en contra de ellos. Siguen por otro año pero si no continúan, hay una elección y se elige a los otros síndicos o cualquier otro oficio.

10.- Por lo tanto, eso no elige a un hombre de por vida para estar en ese cuerpo; pero mientras él sienta que Dios está con él y lo está ayudando y quiere hacer su parte para continuar con la obra de Dios, estamos contentos de tenerlos para que sirvan con nosotros. Eso le da a una persona la oportunidad de prestar servicio por un año y ver que le parece, algunos de nuestros síndicos permanecen durante años y años, también los diáconos y eso está perfectamente bien, pero no hay un tiempo establecido; si el síndico, el pastor o algún otro en el cuerpo, siente que no puede prestar servicio por más tiempo o se va a mudar, lo notifica a la iglesia y ellos pueden poner a otro en su lugar.

11.- Eso fue lo que sucedió aquí esta noche con el Hno. William Morgan que está renunciando como síndico, necesitaban otro síndico y el Hno. Softmann fue designado síndico en otra oportunidad, esta noche fue recibido en el cuerpo.

12.- Eso es oficial, en nuestra iglesia es la soberanía de la iglesia; la iglesia pone o quita al síndico o al pastor, es la iglesia. Eso es apostólico y así se hacía en los tiempos bíblicos, por lo tanto sentimos que no debe ser una persona, porque entonces es un dictador o algo en la iglesia; no queremos eso. Cada persona y yo mismo elige a alguien, tiene un voto, como cualquier otra persona de la iglesia; no es lo que yo diga, no, sino lo que diga la iglesia, lo que diga la iglesia en el cuerpo. ¿Les gusta eso? Yo creo que eso es escritural y así debería ser.

13.- Esta va a ser una gran semana para mí, comenzando mañana el Señor mediante. Tengo que tomar decisiones para el próximo año de todas las invitaciones; quiero ir a la oficina, recoger todas las invitaciones y traerlas a casa, así que en los próximos días iré a Dios y le oraré para que me guíe y me muestre por cual camino ir y qué hacer. Nosotros no vivimos en una hora como cuando El estuvo aquí, Dios lo dirigía de lugar en lugar, estaba en un pueblo por unas horas y luego se iba a otra ciudad; pero hoy es un sistema diferente, hay grupos ministeriales establecidos y muchas cosas que hacer.

14.- Lo que yo hago es traer todas mis invitaciones de Africa y colocarlas allí, las de la India, la de California, las de Utah, todas esas invitaciones diferentes y las coloco separadamente en montones, las dejo allí, luego salgo a caminar y orar, quizás entro al carro y me voy por uno o dos días, vuelvo en oración y algo viene a mi corazón para que vaya a cierto lugar; luego veo si es sólo una impresión. Si eso es muy fuerte, voy al montón donde está ese cierto lugar, escojo una carta o una invitación y la leo para ver donde queda y parto de allí.

15.- Aquí está la razón por la que hago eso. Imagine estar en un avión por setenta y dos horas, en tormentas, hacia arriba y hacia abajo, si alguna vez Ud. ha viajado al exterior, uno a veces no sabe si está arriba o abajo, se mece, se estremece en esas nubes y sobre las aguas por tres días con sus noches; llega uno a cierto lugar y al primero que se encuentra es a Satanás: “Bueno, el grupo ministerial dijo esto, algunos se dividieron y otros están a favor”. Entonces uno podría decir: “Quizás el Señor no quería que yo viniera”.

16.- Pero cuando Ud. es enviando por Dios está listo para enfrentar al enemigo, Ud. dice: “Estoy aquí en el Nombre del Jesucristo, he venido en el Nombre del Señor Jesús y aquí me quedo hasta que Su obra sea culminada”. Entonces está listo para enfrentar esas fuerzas. Ud. me ama, yo sé que es así, entonces oren por mí esta semana para tomar las decisiones correctas para ser guiado por la inspiración de Dios.

17.- Ahora voy a tener lo que yo llamo reuniones salteadas, voy a Florida el ocho, el nueve y diez de este mes o Tifton, Georgia el ocho, nueve y diez de Enero, eso fue lo que quise decir en vez de este mes; luego voy a Glasgow o Somerseth, Kentucky y quizás una noche a Campbellsville, Kentucky. El Hno. Rogers quería ir conmigo una noche a ese lugar, lo extrañamos el otro día. Oren por el Hno. Rogers, hoy teníamos compañerismo y estreché su mano y lo encontré en mala forma física; así que oren por el Hno. Rogers por aquí, tiene muchas cosas en sus manos y eso le ha puesto nervioso y enfermo, tiene muy mala salud ahora mismo y su esposa está muy mal. Oren por esa pareja que son buenos hijos de Dios. Yo le dije que Dios mediante iría para allá una noche.

18.- El Hno. Ruddell de una de nuestras iglesias hermanas acá en la sesenta y dos, un muchacho tímido que andaba por aquí, casi no podía levantar la mirada. Visitaba los hogares y yo supongo que la gente pensaba que era un fastidio, pero había algo en ese muchacho que parecía genuino, me mantuve con él y le dije: “Hno. Ruddell, Ud. puede”. El me decía: “Hno. Branham, me paro delante de una multitud y el corazón se me sube a la garganta, no puedo decir una palabra”. Yo le decía: “Párate allí, vuélvetelo a tragar y habla en el Nombre del Señor”. Ahora tiene un tabernáculo del tamaño de este aquí en la autopista, está haciendo algo. Quédese con eso. El muchacho tenía un llamado de Dios, yo conocía a su padre y a su madre, son gente buena.

19.- Deberíamos tener a Junie una noche de estas, de acá de New Albany; Uds. saben, algunos cultos, que puedan tener una noche aquí y una noche allá. Si todo sale de acuerdo a los planes, el veinticinco de Enero estaré saliendo para Miami, para la convención internacional de los Hombres Cristianos de Negocios del Evangelio Completo; de allí iré a Kingstone, Haití, Sudamérica y a México, de allí a Africa y de Africa a Escandinavia; la mayor parte del año creo yo que serán cultos en el extranjero; así que oren por mí para que tome la decisión correcta.

20.- Si es la voluntad del Señor, estoy dispuesto a ir a cualquier parte, no importa donde sea, yo quiero ir. Mientras pueda pararme sobre el polvo de la tierra donde Dios me ha puesto, quiero predicar Sus riquezas inescrutables hasta que la muerte me saque de este lugar. Esa es mi determinación por la Gracia de Dios y si El solamente me ayuda; si El aparta Su mano de mí el diablo me matará, así que oren para que Dios mantenga Su mano de misericordia sobre mí. Yo no estoy pidiendo Su justicia, estoy pidiendo Su misericordia; Su justicia no, porque no podría soportarla, estoy pidiendo Su misericordia porque sé que no soy digno y nadie lo es. Es mejor que no pidamos Su justicia, queremos Su misericordia.

21.- Esta noche estoy un poco ronco pero no podría rechazar la oportunidad de hablarle a este buen grupo de Cristianos. Esperen, antes de hacer este anuncio permítanme decir algo. Mientras están unánimes y todo marcha bien, permítanme hablarle por unos minutos a mi iglesia. Escuchen, mis amados en el Evangelio, las estrellas de mi corona, si tengo alguna, comprados por la Sangre de Jesús. Al venir aquí así lo hice con un propósito, eso lo decidimos en un viaje de cacería, el Hno. Roy Roberson, el Hno. Banks Wood y yo que regresaríamos. El Hno. Roy y los otros estábamos hablando a cerca de nuestro pastor el Hno. Neville, un hombre que ha estado delante de Uds. todo el tiempo pastoreándolos, lo amamos, pero el Hno. Neville sigue siendo el copastor y parecía difícil para el Hno. Neville acomodarse allí. Así que oramos y parecía ser la voluntad del Señor que lo hiciera, le pedí al Señor que si El me ayudaba haría lo mejor.

22.- Después de consagrarme a mí mismo y hacer que la iglesia lo hiciera ahora, si el Señor nos bendijera en la forma como lo hizo en los últimos cultos con esa pequeña consagración, ¿qué hará si nos mantenemos? Manténganse así. Escuchen, están en amor los unos con los otros, los veo parados en el pasillo en esta mañana, llorando con sus manos levantadas a Dios y un buen espíritu moviéndose alrededor de Uds.. No escuche nada malo que el diablo tenga que decir, si el diablo le muestra o le dice algo malo de algún miembro del cuerpo de Cristo, no lo crea; porque tan pronto como Ud. lo crea, echa a perder su experiencia.

23.- Si Ud. ve a uno de los miembros del cuerpo de Cristo haciendo algo malo, no se lo diga a nadie más; vaya con ese miembro, con amor y vea si puede traerlo de vuelta a Cristo, si no puede hacerlo dígale entonces a una persona o deje que vaya con Ud.; hágalo como dice la Escritura. Si alguien le dice: “Hna. o Hno. Fulano de Tal…” No crean ni una palabra de eso, déjelo quieto. Recuerde que es el diablo tratando de despedazarlo, busque que él entre, porque lo hará. Deje que el buen hombre de la casa (Fe) esté allí y no reciba ninguna cosa. Esas personas han estado sentadas en lugares celestiales con Ud., han tenido compañerismo juntos alrededor de las bendiciones de Dios, han tomado la Santa Cena y el Espíritu Santo ha dado testimonio que son hijos de Dios; así que sea verdaderamente dulce, bondadoso, perdonando y amando; si la otra persona habla mal de Ud., Ud. hable bien de ellos. Observe entonces que se hacen más dulce para Ud.. Correcto. Retorne bien por mal y amor por odio.

24.- ¿Te estás sintiendo mejor querida? La joven que está allá atrás. Eso es bueno, estoy tan agradecido. Sí, ella estaba doblada allá atrás, hecha un nudo y el Señor Jesús la ha sacado adelante ahora y la ha traído al culto. Estamos tan agradecidos por eso, por eso fue que abandoné el púlpito hace un momento, me dijeron que habían orado y orado y no pudieron hacer contacto con el Señor.

25.- Ahora, asegúrese de hacer eso, preséntese Ud. mismo a Dios: “Dios, por Tu Gracia eso es lo que haré”. No importa cuando alguien diga mal, retorne bien, no piense el mal, si Ud. piensa el mal y lo dice de manera hipócrita, entonces Ud. está mal. Manténgase consagrándose a Dios hasta que se sienta realmente bien con esa persona, así es que se hace; entonces la dulzura de las bendiciones de Dios cubrirán su alma, esa es la manera de vivir victorioso, entonces nada puede dañarle mientras Ud. esté en amor.

26.- Vea, si Ud. tiene lenguas, ellas cesarán; si tiene sabiduría, eso se desvanecerá; si tiene profecías, ellas terminarán; pero cuando Ud. tiene amor eso durará por siempre. No ame solamente a los que lo aman a Ud. sino ame aquellos que no lo aman; porque para mí es fácil amar a alguien que me ame, pero intente amar a alguien que no lo ama. Allí es donde Ud. puede probar si es un Cristiano o no. Alguien que no le ame y aún así Ud. en su corazón le ama; si Ud. no hace eso, entonces manténgase aferrado a Dios, yo sé que eso es la verdad. Amén. Yo sé que eso es la verdad.

27.- Ahora vamos a abrir la Preciosa Palabra en el Libro de Hebreos capítulo 11, para un mensaje corto. Estoy un poco ronco pero pasé una tarde maravillosa con los Hnos. y Hnas., no volví sino como a las seis y entré corriendo al cuarto, me arrodillé al lado de la cama y oré por un momento; me levanté, tomé mi Biblia y comencé a leer. Vi una revista que estaba allí y la tomé, pero estaba escrita en African y no pude leerla.

28.- Algunas veces al leer uno encuentra una palabra y esa palabra es viva para uno; de esa manera es que un ministro encuentra su mensaje, comienza a leer la Biblia o algo, entonces consigue algo y le añade algo a eso, luego lo subraya, pasa al púlpito y lo lee; Dios hará el resto, El se encargará de lo demás. Algunas veces uno se deja llevar hasta el punto que anota cosas de lo que uno ha pensado; algunas veces en un culto donde uno tiene que pasar muy rápido a la plataforma, sólo lee esos pensamientos que uno ha tenido y el Espíritu Santo los vivifica nuevamente. He hecho eso muchas veces.

29.- Ahora en Hebreos 11, comencemos con el verso uno y leeremos varios versículos:

“Es pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven. Porque por ella alcanzaron testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido compuestos lo siglos por la Palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía”.

30.- ¿No es eso sustancioso? Permítanme leer de nuevo ese versículo tres. Pongan atención:

“Por la fe entendemos haber sido compuestos lo siglos por la Palabra de Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía”. (La Palabra de Dios).

Por la fe Abel ofreció a Dios mayor sacrificio que Caín, por la cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio a sus presentes; y difunto, aún habla por ella. Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios. Y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. (Quinientos años de vida).

Empero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es menester que el que a Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Por la fe Noé, habiendo recibido respuestas de cosas que aún no se veían, con temor aparejó el arca en que su casa se salvase: Por la cual fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe”.

31.- Inclinemos nuestros rostros y oremos por un momento. Señor, nuestro Gran Padre y Dios, venimos ahora a Tu Presencia nuevamente con acciones de gracia; no solamente sentimos que estamos en Tu Presencia porque hemos inclinado nuestros rostros para orar sino que creemos que estamos constantemente en Tu Presencia, porque: “Los ojos del Señor contemplan toda la tierra”. (2 Crónicas 16:9) y Tú conoces todas las cosas y los pensamientos del corazón.

32.- Por lo tanto Señor, la razón por la que inclinamos nuestros rostros es para pedirte que perdones todas nuestras faltas y transgresiones contra Ti, que una vez más Tú misericordia sea extendida sobre nosotros de manera que abras nuestros labios para hablar y nuestros oídos para oír, que Tu Palabra sea real para nosotros en esta noche y que los pocos versículos que hemos escogido para leer, puedan convertirse en una gran ayuda para cada miembro de Tu Cuerpo místico en la tierra, Tu iglesia espiritual, la iglesia del Primogénito, la iglesia que ha sido comprada por la Sangre de Jesús, que ha sido lavada, santificada y será presentada a Dios en aquel día sin manchas y sin arrugas. ¡Cómo te agradecemos al tener fe para creer que somos participantes de esta bondad de Dios, por la justicia y misericordia de nuestro Señor Jesús.

33.- Pedimos ahora que sanes todas las enfermedades, te damos gracias por tocar hace unos momentos a esa niñita que estaba doblada por el dolor en esa habitación, sabemos caminar con esa fe de niño y aceptarte a Ti y Tu misericordia. Te damos gracias por esto y te pedimos que recuerde al familiar de la Hna. Baker allá en Kentucky y los que el Hno. Neville mencionó; oh Dios, los innumerables lugares para enfermos en todas partes. Señor, especialmente aquellos que no son salvos y no te conocen, si murieran en sus pecados no podrían ir a donde estás Tú.

34.- Te pedimos que nos des poder y confianza para hablar la Palabra, sabiduría para saber cuando hablarla y háblanos cuando hayamos dicho lo suficiente, para que podamos apartarnos y dejar al pueblo con la expectativa del Gran Espíritu Santo y Su obra. Concédelo Señor. Escúchanos ahora, lo pedimos en el Nombre de Jesús. Amén.

35.- Me gustaría hablar durante un poco de tiempo sobre el tema de los sentidos. Nos han enseñado que el hombre natural tiene cinco sentidos y que esos cinco sentidos controlan su… Dios le dio esos cinco sentidos para tener contacto con su morada terrenal y se conocen como: Vista, gusto, tacto, olfato y oído. Esos cinco sentido son conocidos para el hombre natural y están bien, no podemos vivir una vida normal cuando uno de esos sentidos no funciona; no podemos ser normales sin la vista, el oído, el tacto, el olfato o el gusto. Falta algo, una parte de la vida con la que no podemos hacer contacto, si ese sentido no funciona. Son buenos y útiles y nos fueron dados por Dios.

36.- Dios no dio esos sentidos, pero nos fueron dados como un don y depende de cómo uno rinda esos sentidos, así será controlada su vida, de la manera que Ud. rinda esos sentidos. Lo que Ud. ve, oye, prueba, huele o siente, a lo que estén dedicados, esos sentidos lo dominarán a Ud..

37.- Estamos agradecidos de Dios al tener los cinco sentidos, pero en ningún momento esos cinco sentidos le fueron dados a Ud. para enviarlo sino para el contacto terrenal; pero le fue dado el sexto sentido y ese sexto sentido pertenece sólo al Cristiano. No se puede tener este sexto sentido hasta que uno llegue a ser un Cristiano, es la única forma de tener más de cinco sentidos naturales para la persona natural. El sexto sentido es mejor conocido para el Cristiano como fe, ese es el que lo gobierna y lo guía a uno y es superior a todos los demás sentidos. Es superior a todos los otros cinco sentidos.

38.- Ahora, yo no diría por recibir el sexto sentido los otros cinco sentidos no son buenos, sí lo son; esos cinco sentidos le fueron dados a Ud. por Dios para ser usados, pero cuando los cinco sentidos actúan contrario a la Palabra de Dios entonces están mintiendo. El sexto sentido no puede mentir, es un super sentido. De eso es lo que quiero hablar. Esta mañana hablé de una super señal y esta noche de un super sentido.

39.- El super sentido es el Espíritu Santo, la fe de Dios que mora en Ud.. Si Ud. deja que los cinco sentidos se rindan al sexto sentido, lo guiará y pondrá a los otros cinco sentidos bajo el control de ese super sentido, porque está más allá del sentido natural como está el hombre espiritual por encima del natural, tan alto como está el cielo, está por encima del hombre natural y sus cinco sentidos; eso le hace a uno creer cosas que no puede ver, lo hace actuar donde los cinco sentidos ya no actúan. El diablo puede entrar a los cinco sentidos y mentirle a uno, pero no puede tocar ese super sentido, está mucho más allá de su alcance, eso viene de Dios y se llama fe, la fe es lo más grande.

40.- Los cinco sentidos no controlan al sexto sentido, pero el sexto sentido sí controla los cinco sentidos; el super sentido controla los sentidos naturales. Los cinco sentidos son: Vista, gusto tacto, olfato y oído y el super sentido es algo que lo hace creer la Palabra de Dios, porque será la única cosa de lo que hablará; lo hará creer cosas que Ud. no puede ver, probar, sentir, oler o escuchar, porque se necesita la Palabra de Dios; él le entrega la Palabra a Ud. y lo hace andar contrario a cualquier otra cosa, menos a la Palabra de Dios. Por fe, la fe lo hace.

41.- Ahora, al dar esta ilustración de los sentidos, el hombre natural nace con estos sentidos y son sentidos naturales, en su pensamiento intelectual eso es lo único que él sabe al respecto. Puede pensar como un hombre, puede ver como un hombre, puede entender como un hombre y puede oír como un hombre; pero cuando llega a ser gobernado, regenerado o como lo llamaríamos nosotros ‘nacido de nuevo’, entonces ese sexto sentido superior se apodera de él; ese super sentido lo levanta a un punto donde tiene fe para creer cosas que no puede escuchar ni ver y cosas que no puede entender, lo cree de todas formas porque está gobernado por el sexto sentido, ese super sentido. ¡Oh, qué maravilloso es conocerlo y pensar qué sencillo es creerlo!

42.- Ahora, Ud. no puede creer hasta que sea regenerado. La Biblia dice: “Ningún hombre puede llamar a Jesús el Cristo sino por el Espíritu Santo”. (1 Corintios 12:3). Estudiamos eso la semana pasada y ha sido una piedra de tropiezo especialmente para los creyentes Pentecostales cuando me escuchan decir que Jesús dijo en San Juan 5:24: “El que oye Mi palabra, y cree al que me ha enviado, tiene vida eterna”. La vida eterna viene sólo de Dios. “Ningún hombre puede llamar a Jesús el Cristo sino por el Espíritu Santo”.

43.- Ud. sólo está repitiendo lo que dijo alguien más, lo que aprendió intelectualmente, lo que aprendió por los cinco sentidos naturales; pero cuando viene el sexto sentido, el Espíritu Santo, saca el razonamiento de los cinco sentidos y los eleva hasta el sexto sentido para hacerle creer cosas que no puede ver, probar, sentir, oler o escuchar. Eso hace algo en Ud., entonces Ud. puede decir que Jesús es el Cristo, porque ha sido testigo de eso, no lo que le han enseñado intelectualmente sino lo que ha experimentado.

44.- “Entonces Hno. Branham, ¿qué hace el sexto sentido y por qué viene el sexto sentido?” El sexto sentido viene por esta razón, el sexto sentido es la fe, el super sentido y viene solamente para hacer que los cinco sentidos en Ud. nieguen todo lo que es contrario a la Palabra de Dios. Para eso es el sexto sentido. La Escritura habla de echar fuera los razonamientos. Ud. podría razonar: “Bueno, ¿por qué debería este hombre… y por qué debería…?” Pero el sexto sentido no ve eso, está más allá de eso, está por encima de eso al punto que no hay razonamientos en lo absoluto. “Lo creemos”. Está más allá de lo que pudieran decir los cinco sentidos.

45.- Ahora nos estamos preparando para un servicio de sanidad, lo creemos. Camine por ese sexto sentido, hable por ese sexto sentido, viva por ese sexto sentido, muera por ese sexto sentido y levántese por ese sexto sentido. Ese super sentido, algo que está en Ud. y es diferente al hombre natural.

46.- El hombre natural sólo tiene estos y están bien si pueden ser puestos en sujeción al sexto sentido. Si la mente natural lee la Palabra de Dios y dice: “Esa es la Palabra de Dios”. Está hablando la verdad; pero si lee y dice: “No todo es la Palabra de Dios o fue una vez pero ahora no”. Entonces entra el sexto sentido y dice: “El es el mismo de ayer, hoy y por siempre”. (Hebreos 13:8). Esa es la diferencia, por eso es que mucha gente no es sanada, porque están tratando de venir con una concepción intelectual diciendo: “Hago esto o creo esto”.

47.- Pero si ese sexto sentido está diciendo eso, nada los moverá de ese sexto sentido, el sexto sentido viene al ser humano para hacerlo negar lo que es contrario a la Palabra de Dios, cualquier síntoma que sea contrario a la promesa de Dios, el sexto sentido dice que no está allí, si el Cristiano ha nacido de nuevo.

48.- Se acerca un inconverso o incrédulo al Cristiano y le dice: “Mira aquí, no hay tal cosa como el Espíritu Santo, estás errado en eso; si crees algo así estás loco, eso no existe”. El sexto sentido comienza a funcionar inmediatamente: “Déjame mostrarte en la Biblia donde no puedes recibir el Espíritu Santo, puedo mostrarte donde lo recibieron los discípulos”. El sexto sentido le mostrará y le dirá que El dijo: “La promesa es para vosotros y para vuestros hijos”. (Hechos 2:39). “Bueno, eso quiso decir para los hijos de ellos, no quiere decir para ti, eso no es para ti”. Pero el sexto sentido sabe más, ¿por qué? Ya está en Ud., se lo dijeron muy tarde porque Ud. ya lo ha recibido.

49.- La gente que enseña que no hay tal cosa como el Espíritu Santo no sabe de qué están hablando. Como aquel muchacho que estaba pelando una manzana en una ocasión y un inconverso que tenía un debate en una reunión le preguntó: “¿Qué quieres aquí?” El le dijo: “Quiero hacerle una pregunta”. Mientras se comía la manzana y la disfrutaba, una persona sencilla que parecía un delincuente, con el pelo colgándole por el rostro, le faltaba un diente en la parte delantera con una braga vieja y sucia, le dijo: “Le quiero hacer sólo un pregunta”.

50.- El inconverso acababa de decir que no había tal cosa como Dios, que todo era emoción y que todo era pura tontería. El joven le dijo: “Señor, quiero hacerle una pregunta; ¿será esta manzana dulce o ácida?” El inconverso dijo: “Bueno, ¿cómo lo sé? Yo no me la estoy comiendo”. El muchacho le dijo: “Eso era lo que yo pensaba” y se fue.

51.- ¿Cómo sabe Ud. cuando no ha probado al Señor? ¿Cómo sabe Ud. si el Espíritu Santo es real o no cuando nunca lo ha recibido? ¿Cómo sabe si es fe y poder? ¿Cómo sabe Ud. que no hay gozo inefable y gloria cuando nunca lo ha probado? El sexto sentido lo guía a eso, el sexto sentido se lo declara. No existen poderes intelectuales que le hagan ver eso a Ud., los poderes intelectuales razonarán y dirán: “Es psicología, es algo así, es emoción en la gente”.

52.- Pero cuando llega el sexto sentido niega todas esas cosas y lleva a la persona directo al seno de Dios. “El que a Dios se allega crea que le hay y que es galardonador de aquellos que le buscan”. Por fe. Por la fe Abraham, por la fe Isaac, por la fe Jacob. Todos lo hicieron por fe. Es el sexto sentido el que lo hace, el sexto sentido niega todos los instintos contrarios a la Palabra de Dios, toda sensación y toda emoción. Alguien dice: “Bueno, oraron por mí pero no me siento mejor”. El sexto sentido no se detendrá por eso, el sexto sentido dirá: “Eso es mentira, me siento mejor, me estoy mejorando; Dios lo dijo y eso lo arregla, amén, Dios lo dijo”. El sexto sentido se alimenta solamente de la Palabra de Dios.

53.- Ese super sentido está por encima de los otros sentidos, es un sentido mayor, es una fe, es un poder que estremece y guía. Amén. Es algo que lo hace hacer cosas que Ud. nunca pensó que haría, ese es el sexto sentido, el super sentido. Se ora por Ud. y digamos que tiene una mano paralizada, se ora por su mano, Ud. pasa y cree que Dios lo va a sanar; el pastor ora por Ud. y Ud. se regresa, el hombre natural dirá esto: “Tú no sientes nada diferente en esa mano, no estás mejor de lo que estuviste antes”. Pero allí viene el sexto sentido y dice: “Eso es una mentira, se oró por ti y eso lo arregla”. Amén.

54.- Como la mujer que vino una vez a nuestro culto, eran dos que habían venido a un culto, pasaron a la plataforma y habían visto el discernimiento, estaban nerviosas. Ambas eran verdaderas Cristianas, una pasó y el Espíritu vino y le dijo: “Ud. está sufriendo con un problema estomacal”. Su rostro se iluminó y ella dijo: “Eso es verdad”. El Espíritu Santo a través de mí le dijo: “Es una úlcera causada por un problema nervioso, cierto doctor la ha examinado y él le dijo que tenía que ser operada para cortarle eso”. Ella dijo: “Cada palabra de esas es la verdad”.

55.- Viendo entonces que ella era una gran creyente, le dijo: “Su nombre es Fulana de Tal y viene de tal y tal lugar”. Ella dijo: “Eso es la verdad”. ¿Qué fue eso? El sexto sentido captándolo, el sexto sentido y el Espíritu Santo estaban parados lado a lado; el Espíritu Santo estaba hablando y el sexto sentido estaba diciendo: Amén. Allí lo tienen, algo tiene que suceder.

56.- Cuando Marta corrió para encontrar a Jesús, fíjese en el sexto sentido cuando ella dijo: “Señor, si hubieras estado aquí mi hermano no hubiera muerto; pero aún así todo lo que le pidas a Dios, te la dará Dios”. (Juan 11:21-22). Allí está el sexto sentido. Jesús se irguió y dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que en Mí cree aunque esté muerto vivirá, porque cualquiera que viva y cree en Mí no morirá, ¿crees tú esto?” (Juan 11:25-26). ¿Qué va a decir Ud. razonando? Allí estaba un hombre muerto y los gusanos se arrastraban en él; pero llegó El diciendo que era la resurrección y la vida.

57.- Esa es la Palabra de Dios, ese sexto sentido que va más allá de los cuidados del médico, más allá de las investigaciones científicas. Eso desafía todo, desafía todos los razonamientos y los echa fuera; ¿por qué? Es un testigo de la Palabra de Dios. “Yo soy. No que seré o fui, Yo soy ahora. Yo soy la resurrección y la vida”. Un hombre. “El que en Mí cree aunque esté muerto vivirá; y cualquiera que viva y cree en Mí no morirá. ¿crees esto?”

58.- Ella dijo: “Sí Señor, (el sexto sentido) yo creo que Tú eres el Hijo de Dios que habría de venir al mundo”.(Juan 11:27). “Tu hermano resucitará”. ¡Oh mi Hno.! Fueron al sepulcro, los dos juntos y algo tenía que suceder; ese era un super sentido, con Dios presente allí algo tenía que suceder. Ese sentido era un super sentido, era Dios; Algo se lo decía a Marta, ella lo había visto y lo conocía, ella reconocía que era el mismo Mesías y sabía que si tan sólo se acercaba a El y presentarle el caso, oír sólo una promesa de El era todo lo que ella quería. Cuando El dijo: “Yo soy la resurrección y la vida, el que en Mí cree aunque esté muerto…” Eso era todo lo que Marta quería escuchar, todo lo que ella deseaba porque el sexto sentido, el super sentido, su fe la estaba moviendo a confesarle y creerle.

59.- Cuando aquella dama se fue de la plataforma, eso fue ASI DICE EL SEÑOR: “Vaya a casa y coma, Jesucristo la sana”. Ella volvió a casa. Aquella noche una amiga de ella que vivía en el vecindario, estaba de tercera o cuarta detrás de ella y tenía un crecimiento en su cuello; ella fue a casa de su vecina muy entusiasmada porque iba a ser sanada de esa úlcera que la había molestado tanto. Este es uno de tantos casos, de miles. El crecimiento estaba allí en su cuello y ella pasó, yo le dije: “Nadie le ha discernido eso, pero Ud. está contenta por algo, está muy entusiasmada porque la dama que está sentada allá es vecina suya”. El Espíritu Santo.

60.- Ella pensó: “¿Cómo podría ese hombre saber eso? Tiene que ser que Algo se lo revela”. En ese momento el Espíritu le dijo: “Ud. está pensando en su cuello”. “Sí”. “¿Cree que eso se irá?” Ella dijo: “Lo creo con todo mi corazón”. Entonces le dije: “ASI DICE EL SEÑOR, vuelva a casa y reciba su sanidad”. El hombre natural vio a su alrededor y no podía ver ninguna señal. La mujer con la úlcera volvió a casa e intentó comer, casi se muere. Oh, el hombre natural, el sentido natural, el tacto todavía declaraba que la úlcera estaba allí.

61.- Después de una o dos semanas ella anduvo por el vecindario, fue a toda su gente y a la iglesia testificando: “El Señor me ha sanado”. Le preguntaban: “¿Ya está comiendo?” “No, no exactamente todo lo que quiero pero ya estoy sana, por Su llaga yo soy sanada”. No importaba lo que fuera, de todos modos ella estaba sana. Una mañana los niños se habían ido a la escuela y ella tenía mucha hambre, estaba parada cerca de la ventana lavando los platos (ella vino a otro culto como un año después), estaba lavando los platos y sintió algo extraño en ella y pensó: “¿Qué fue eso? Sentí como que quería gritar”.

62.- Su esposo le había dicho: “Querida, deja de hablar de esa sanidad, porque (a pesar de que era un Cristiano) estás trayendo reproche sobre la causa”. ¿Cómo puede Ud. traer reproche cuando está testificando de Su Palabra? Ud. traerá reproche si no testifica de Ella. El le dijo: “Si fuiste sanada, fuiste sanada”. Ella le dijo: “Aquel hombre de pie me miró a los ojos, me dijo mi condición y las cosas que había hecho, quien era y de donde venía. Yo no había estado en el auditorio quince minutos cuando él pasó a la plataforma, ¿cómo podría aquel hombre saber esas cosas. Nunca en mi vida lo había visto y me dijo: ASI DICE EL SEÑOR, Ud. está sana. Le creeré hasta que muera, le creeré de todas formas”. Así que ella y su hermana habían hecho un pacto con Dios de que mantendrían esa fe.

63.- Aquella mañana se sintió muy extraña y a los minutos le dio hambre; los niños habían dejado avena en un plato y ella decía que la avena le daba acidez. Si alguien ha tenido una úlcera sabe lo que es. Así que ella tomó dos cucharadas de eso y dijo: “Oh Dios mío, supongo que tendré que pagar por esto, pero uno de estos días estaré bien”. Se dio cuenta que todavía tenía hambre así que acabó con el plato, esperó unos minutos para ver que pasaba y no pasó nada; se sintió bien, todavía tenía hambre, preparó dos huevos, una taza de café, pan tostado y tuvo un verdadero jubileo. Comió todo lo que podía comer y siguió lavando los platos, como media hora después tenía hambre de nuevo, no habían efectos de la enfermedad.

64.- Se puso su sombrerito y se fue calle abajo, a la casa de la vecina, cuando llegó allí escuchó y pensó que alguien había muerto en la familia porque estaban gritando, llorando y caminando. La dama había dormido hasta tarde aquella mañana, se levantó buscándose el crecimiento que tenía en el cuello y había desaparecido durante la noche. ¿Qué fue eso? Dios haciendo la obra.

65.- Aquí en el tabernáculo Cadle cuando tuvimos aquel culto y aquel muchacho paralítico pasó y se oró por él. Muchos de Uds. estuvieron allí para verlo, lo trajeron al cuarto de emergencias y vino y me llevó hasta él, lo habían tenido en la audiencia por tres o cuatro noches y no había conseguido una tarjeta de oración, así que lo llevaron al cuarto de emergencia. Entré allí y oré por él, lo miré y me dijo: “Señor Branham, ¿puede darme algún consuelo?” Le dije: “Sí hijo, el polio te ha puesto así”. El dijo: “Correcto”. Le dije: “Tu nombre es Fulano de Tal y vienes de cierto lugar”. El dijo: “Correcto, ¿qué de mi sanidad?” Le dije: “Por Su llaga fuiste curado”.

66.- El volvió a casa testificando y dándole la gloria a Dios, dijeron que había traído tal reproche en el vecindario hasta que un Domingo un grupo de ministros vino, se sentaron con él y le dijeron: “Debes dejar de hacer eso, estás trayendo reproche sobre la causa”. El joven sentado allí dijo: “Señor, si Ud. estuviera sentado donde yo estoy, si Ud. estuviera en la silla donde yo estoy sentado, no trataría de robarme la última esperanza que tengo en Cristo. Por Sus llagas estoy sano”. Nada más había dicho eso… Estaba sentado allí con los pies, las manos, la espalda y el cuerpo paralizados, nada más dijo eso y salió de la silla glorificando a Dios.

67.- ¿Qué? Sus sentidos naturales le decían que se sentara allí, el médico le dijo que estaría allí por siempre o mientras viviera; pero el sexto sentido le dijo: “Por Sus llagas estoy sano”. El no tenía que hacer nada, es echar fuera todo lo que es contrario a lo que Dios dijo, para eso es el sexto sentido.

68.- El anciano John Rhyn (no Ryan sino Rhyn), había un mendigo ciego en Fort Wayne y allá fuimos nosotros ese día y se oró por él en el culto, esa fue la noche antes de que el piano tocara: “El Gran Sanador está cerca” sin nadie tocarlo. Cuando él era ciego era Católico por fe, él se paró en la línea, yo lo miré y le dije: “Su nombre es John Rhyn”. “Sí”. “Ud. es un mendigo en la esquina y ha estado ciego durante años”. “Sí, eso es correcto”. “Ud. es Católico por fe”. “Correcto”. Le dije: “ASI DICE EL SEÑOR, Ud. recibe su sanidad”. Dijo: “Gracias señor”. Yo dije: “Dele gracias al Señor”. El dijo: “Pero yo no veo”. Le dije: “Eso no tiene que ver con esto, Ud. está sano”.

69.- Se fue, lo ayudaron a bajar de la plataforma; el hombre natural no podía ver nada, no podían ver ningún resultado y decían: “Pues, está tan ciego como siempre estuvo”. Así que dos de sus amigos lo volvieron a meter en la línea de oración y lo hicieron pasar de nuevo, Howard le permitió pasar; cuando regresó me dijo: “Señor, Ud. me dijo que yo estaba sano”. Le dije: “Ud. dijo que me creía”. El dijo: “Yo sí le creo y no tengo razones para no creerle. Ud. me dijo todo sobre mi vida, no sé que hacer, allá atrás estaba una mujer testificando que ella tenía un crecimiento en la garganta hace unos momentos y eso se fue”. Le dije: “Entonces si me cree, ¿por qué está cuestionándome? Le estoy declarando la Palabra de Dios”.

70.- Dijo: “¿Qué debo hacer señor?” Sabiendo que era Católico y que tenía que tener algo material a lo que pudiera aferrarse, le dije: “Siga testificando: Por Sus llagas estoy sano y dele la gloria a El”. Durante las siguientes dos o tres semanas el anciano se paraba en la esquina, vendía periódicos y gritaba: “Extra, extra; gloria al Señor estoy sano. Extra, extra; gloria al Señor estoy sano”.

71.- La siguiente noche cuando volvió al culto, casi no pude predicar a causa de él; se levantaba y gritaba: “Todo el mundo quieto, gloria al Señor por sanarme, gloria al Señor por sanarme”. Como era un católico no sabía como sostenerse de la fe, pero sabía que si se mantenía diciéndolo, hasta que ese sexto sentido comenzara a trabajar. Correcto. “Gloria al Señor por sanarme”. Estaba parado en la esquina gritando: “Gloria al Señor por sanarme; extra, gloria al Señor por sanarme”. Iba por la calle y alguien que venía le dijo: “¿Cómo estás John?” “Gloria al Señor por sanarme, muy bien”. Se reían de él y le hacían burla.

72.- Otro vendedor de periódicos lo llevó a la barbería para una afeitada como dos o tres semanas después del culto. El barbero lo puso en la silla, echó la espuma en su rostro y le dijo: “John, entiendo que fuiste a ver al sanador divino”. El le respondió. “Sí, sí fui”. Le dijo: “Entiendo que fuiste sanado”. Sólo para burlarse de él. El anciano le dijo: “Sí, gloria al Señor, El me sanó” y sus ojos se abrieron; salió de aquella silla y se fue con la toalla alrededor de su cuello y el barbero tratando de agarrarlo con una navaja en su mano, fueron calle abajo. ¿Por qué? La Palabra de Dios había hecho la obra.

73.- La pequeña Georgie Cartel que estaba postrada y todos Uds. lo saben, aquí están algunas personas cercanas, estuvo postrada por nueve años y ocho meses, sólo podía deslizar una sábana por debajo de ella, pesaba como treinticinco libras. (Como dieciséis kilogramos –Ed.) Estaba allá en Mitteltown, Indiana, su familia pertenecía a una iglesia cuando yo fui a celebrar un culto allá en la iglesia Bautista de Mitteltown y a orar por los enfermos, la iglesia dijo: “Si algún miembro de esta congregación va a ver a ese fanático, lo excomulgaremos”. Su padre era un diácono.

74.- Ella tenía mi libro llamado: Jesús el mismo de ayer, hoy y por siempre; El Hno. Hall me llevó hasta ella una tarde y su madre se salió de la casa porque no quería tener nada que ver con esto. Fui y oré por ella y ella me preguntó: “¿Qué de la muchacha Nale?” Ella conocía o había oído de la visión. Le dije. “Hna., Esa fue una visión; yo sólo puedo orar y Ud. tenga fe”. La pobrecita había sido enseñada en contra de esto. Días después de eso estaba yo bautizando y ella estaba allá llorando, porque había prometido que vendría y sería bautizada de nuevo en el Nombre de Jesucristo, si solamente Dios la sanaba.

75.- Sus piernas eran como del grueso de un palo de escoba, casi no podía ni ponerla en el vaso de cama; su madre, todavía una mujer joven, estaba sentada allí enferma con cierta clase de parálisis, de pelo canoso de ver a su hija postrada allí muriéndose poco a poco. La tuberculosis de las glándulas femeninas se le había extendido por todas partes, creo que estimaron que pesaba unas treintisiete libras (casi diecisiete kilogramos –Ed.), no la podían levantar lo suficiente para poner el vaso de cama debajo de ella, tenían que deslizar una sábana de plástico por debajo de ella. Había estado postrada allí por nueve años y ocho meses, sin ni siquiera poder levantar la cabeza para ver un árbol que estaba cerca de la ventana.

76.- Un día para sobre una colina en casa de George Wright, el Espíritu Santo me dijo: “Ponte de pie”. Miré y había una Luz brillando cerca de un árbol y me dijo: “Ve a casa de los Cartel”. Cuando llegué allí el Señor Jesús le había mostrado una señal a su mamá de que yo iba, me acerqué a la joven que estaba postrada en aquella cama, tan débil que ni siquiera podía levantar la escupidera; su madre se la sostenía y ella trataba de escupir en la escupidera, con tuberculosis. Le dije: “Hna. Georgie, Jesucristo el Hijo de Dios, se encontró conmigo en la soledad hace como media hora y me dijo que pusiera las manos sobre ti. ASI DICE EL SEÑOR, ponte de pie”.

77.-  El sexto sentido comenzó a trabajar y un poder tocó a aquella muchacha que por primera vez en nueve años y ocho meses se había puesto de pie, saltó, corrió hacia el patio y comenzó a bendecir a los árboles, a la grama y a todas las cosas; entró, se sentó en el piano y comenzó a tocar: Hay una fuente llena de Sangre, de las venas de Enmanuel.

78.- Ella no pudo hacerlo, yo no lo sé ahora y nunca lo sabré. Sólo el Poder de Dios la sostuvo, sus piernas no eran ni así en la parte de las coyunturas, como palos de escobas. De eso hace como doce o catorce años y hoy ella es fuerte y saludable, está siguiendo al Señor Jesús. ¿Qué fue eso? La primera vez nada pareció suceder, el razonamiento hubiera dicho que no podía suceder. Pero Hno., ella se aferró a esa Palabra; si Dios pudo tomar a aquella jovencita en Salem, la joven Nale que había estado paralítica y sus brazos le colgaban así, si pudo sanarla a ella, también a ella la podía sanar. Ella lo creyó.

79.- El Hno. Paul estaba allá muriéndose de cáncer (el mismo hombre que me llevó allá). Su médico en Mitteltown lo envió a este doctor en New Albany, al hospital San Eduardo; se me olvidó… El trató mis hijos, un buen hombre, un buen médico. Lo examinó y le dijo: “Es cáncer”. Le dijo el doctor Brown de Mittletown: “Se está muriendo”. El doctor Brown dijo: “Así creía yo”. Lo llevaron a casa de su hermana que es familia del Señor Kopp, que era el juez de la ciudad. Cuando llegaron allá le dijeron: “Manténgalo aquí hasta que muera”. Me mandaron a buscar para que fuera, iba todos los días con mi esposa y orábamos por el Hno. Hall, yo le amaba, él había sido uno de mis convertidos a Cristo. Empeoró y casi no podía mover sus manos.

80.- La Señora Hall me dijo: “Billy, ¿no hay nada que puedas hacer?” Le dije: “Hna. Hall, no hay nada que yo sepa, no puedo oír una Palabra del Señor, me gustaría que mi médico lo viera”. Me preguntó: “¿Quién es su médico?” Le dije: “El doctor Sam Adair”. Llamé a Sam y él me dijo: “Lo único que puedo hacer es enviarlo a Louisville para que le hagan radiografía Billy. Te daré el reporte”. Enviaron una ambulancia a recogerlo, lo llevaron y lo trajeron de vuelta.

81.- Sam me llamó y me dijo: “Billy, tiene cáncer en el hígado, no podemos cortarle el hígado y dejarlo vivo. El es un predicador y debería estar bien ahora, tú podrías decirle que se va”. Le dije: “Sam, él está listo para irse, pero la cosa es que no me gusta ver que se vaya; él es mi Hno. y yo le amo”. Pensé: “Oh, Dios, has algo por mí”.

82.- Esa mañana me iba a cazar ardillas, salí antes del amanecer y no había nadie en el patio; recogí mi rifle y salía de la casa. Había una manzana vieja con un aspecto rugoso colgando en la pared, pensé: “¿Por qué puso Meda eso sobre la pared?” Miré y había otra, otra y otra, habían seis colgando allí; me quité el sombrero y caí de rodillas en el piso. Levanté la mirada y entonces una manzana grande y hermosa descendió y devoró a todas aquellas manzanas, miré y allí arriba estaba la misma Luz que está en esa fotografía, estaba allí girando y me dijo: “Ponte de pie, ve y dile al señor Hall: ‘ASI DICE EL SEÑOR, él no morirá sino que vivirá’”.

83.- Fui y se lo dije, no hubo diferencia pero él lo creyó, se aferró a eso. Parecía que no había diferencia, pasó un día y no hubo diferencia; el segundo día y no hubo diferencia; como al tercer día comenzó y aquí está vivo hoy después de muchos años.

84.- Me doy cuenta que sentada aquí está la señora Weaver; no, no estoy equivocado. Cuando su hija vino después de la sanidad de Margie Morgan, yo fui allá y no había nada que se pudiera hacer, en unas pocas horas estaría muerta, le pondrían una o dos inyecciones y eso era todo. La habían operado de una condición femenina y el cáncer se le había extendido por toda la columna vertebral, lo diseminaron cuando la operaron y no se podía hacer nada por la dama, yo quería hablar con ella sobre la sanidad, pero ella me dijo: “Señor, Ud. es un ministro del Señor Dios y yo no soy digna de que Ud. entre a mi casa”. Se consideraba a sí misma indigna de que un ministro fuera, me dijo: “Yo he vivido la vida, he bailado y me ha gustado hacer cosas que no debería haber hecho, he usado lenguaje vulgar y otras cosas”. Me confesó sus pecados y me dijo: “No soy digna de esto”.

85.- Vi que estaba tocando la línea correcta, ella tenía que acercarse a Cristo aquí antes de que ese sexto y super sentido, comenzara a trabajar. Nos arrodillamos y hablé con ella sobre “aunque tus pecados fueron como la grana” (Isaías 1:18) y ella le dio su vida al Señor Jesucristo. Cuando lo hizo dijo: “Me siento diferente, algo me ha sucedido, algo me ha sucedido; quiero estrechar las manos de todos Uds.”. Entonces miré hacia fuera y la vi en una visión que iba por detrás de la casa a un gallinero, le dije: “Señora Weaver, ASI DICE EL SEÑOR DIOS, Ud. volverá a ese gallinero y vivirá”.

86.- Ella no podía ir por como se sentía, el cáncer se la había comido; no podía ir por lo que decía el doctor, se estaba muriendo. De eso supongo yo que hace unos catorce o quince años, ¿señora Weaver? Catorce años. Cuando estaba enferma venía medio caminando a este tabernáculo, parecía que no podía salir de la casa con aquellos brazos huesudos; ella le prometió a Dios que vendría y se bautizaría en el Nombre de Jesús, casi la levantamos de la silla de ruedas, la bajamos al bautisterio y la bautizamos en el Nombre de Jesús. Allí está sentada esta noche, mírela si quiere ver un ejemplo de salud. ¿Por qué? Rechazando los razonamientos, la investigación científica y todo lo demás porque el sexto sentido comenzó a funcionar. Eso es.

87.- Fíjense, permítanme decir esto nuevamente sólo por un momento. Una vez Jesús pasó cerca de un árbol que era una higuera, miró a la higuera (por favor, no se pierdan esto) y no había higos en ella. Maldijo al árbol y le dijo: “Ningún hombre coma de ti”. (Mateo 21:19). Los discípulos observaron y el árbol se veía igual que siempre, una hora más tarde se veía todavía igual; Dios no abrió la tierra y se lo tragó; Dios no envió un rayo del cielo y lo convirtió en carbón; El pudo haberlo hecho, seguro que pudo, pero nunca hizo esas cosas.

88.- ¿Qué sucedió? El árbol había sido maldecido, la fe de Dios había sido puesta en contra de la vida del árbol y físicamente no había nada que lo mostrara; pero allá debajo de la tierra, en las raíces del árbol, la muerte había entrado. El sexto sentido se había puesto en contra de él y tenía que morir, comenzó a morir desde las raíces.

89.- Es lo mismo que sucede con un cáncer, lo mismo que sucede con un tumor o cualquier enfermedad cuando ese sexto sentido de poder del Señor Dios, se levanta contra ella y dice: “Satanás, sal de allí”. Puede que Ud. no vea algo físico suceder de inmediato, pero esa fe se aferra allí por igual; ha sido conjurado y ese sexto sentido, el super sentido no le permitirá continuar, no le prestará atención a como se siente Ud., como se ve o como actúa; eso no tiene nada que ver en esto, la Palabra de Dios ha sido aplicada y el sexto sentido se aferra a eso. Eso es todo. Comienza a trabajar y el cáncer comienza a desaparecer, muere en sus raíces y se va. Seguro.

90.- Por ese mismo sexto sentido poderoso han temblado los reinos cayendo una pared contra la otra; por ese sexto sentido se apartó el Mar Rojo y abrió un camino de tierra seca  para que los hijos de Dios escaparan; por ese mismo sexto sentido Samsón desafió a mil Filisteos con armaduras y lanzas, no había manera de defenderse sino con la quijada de un asno. Ese sexto sentido comenzó a trabajar y derrotó a  mil Filisteos. Aleluya.

91.- Por este sexto sentido los muertos se han levantado; por este sexto sentido milagros poderosos han sido realizados. Esa es la fuerza más poderosa que ha alcanzado la tierra, es el super sentido llamado sexto sentido. No tiene nada que ver con esto aquí abajo, si esto aquí abajo lo declara y dice “amén”, muy bien, Ud. se está moviendo; pero sin importar lo que esto haga, crea esto. Allí es donde está el poder: “Si creyeres en tu corazón”. Su sentido de pensar está en su cerebro, pero su sexto sentido está en su corazón, Ud. cree con su corazón, pero la confesión se hace con la boca. Ud. cree con su corazón, sí señor, ese sexto sentido, esa fuerza poderosa.

92.- Escuchen, debido a ese sexto sentido un profeta fue echado al foso de los leones, debido a ese sexto sentido los leones no se pudieron comer a Daniel; no pudieron, no pudieron acercarse a él debido a ese sexto sentido, ese super sentido. Por ese mismo sexto sentido tres jóvenes Hebreos fueron echados al horno de fuego y desafiaron las llamas del horno. Ese sexto sentido. Todos los razonamientos han probado que se queman antes de alcanzarlo, pero ese sexto sentido permanece allí por dos o tres horas. Cuando abrieron el horno vieron a uno parado entre ellos semejante al Hijo de Dios; ese es el sexto sentido y el fuego no lo puede quemar. Sí señor.

93.- Ese fue el mismo sexto sentido de una vez que el apóstol Pedro estaba en la cárcel y lo iban a decapitar al día siguiente, pero en la casa de Juan tenían un culto de oración. Ese sexto sentido comenzó a acumularse alrededor de aquella cárcel donde él había sido cubierto por la oración, la Columna de Fuego llegó hasta la ventana, tocó a Pedro y le Dijo: “Vamos, sal de aquí”. El sexto sentido.

94.- Fue el sexto sentido el que no permitió que San Pablo se ahogara en aquel mar tormentoso, cuando aquel barco fue anegado en agua; fue el sexto sentido que evitó que se ahogara, ese super sentido; fue el sexto sentido cuando la serpiente lo mordió en la mano y él la sacudió en el fuego, fue el sexto sentido que lo hizo.

95.- Fue el sexto sentido el que levantó a Jesucristo de entre los muertos después que había estado en la tierra, porque creyó la Palabra de Dios. El dijo: “Destruid este cuerpo y al tercer día lo levantaré”. (Juan 2:19). David dijo. “Porque no dejaras mi alma en el sepulcro ni permitirás que tu santo vea corrupción”. (Salmo 16:10). Fue ese super sentido apartando los razonamientos de estos sentidos; crea en el super sentido, el sentido de la fe que Jesucristo da.

96.- Por ese mismo sentido Dios habló cuando no había nada. ¿Qué es ese sentido? Ese super sentido es Dios, la fe de Dios en Ud., la parte de Dios que viene a Ud. y le da el super sentido. Por ese mismo super sentido Dios hizo al mundo junto con las cosas que no eran y no existían. El habló Su Palabra y creyó Su Palabra y trajo un mundo a existencia. ¡Gloria!

97.- El sexto sentido, el super sentido. Oh Dios, derrámalo sobre mí, dámelo a mí y a todo aquel que lo necesite; derrama Tu sexto sentido en mí Señor, estoy dispuesto a rendir estos cinco sentidos, mi propio conocimiento, los pensamientos y echar fuera todos los razonamientos Señor. Sea tu Palabra verdadera y la palabra de todo hombre una mentira; que todo razonamiento y toda duda sea expulsada y permíteme caminar por el super sentido, el sentido del Espíritu Santo.

98.- ¿No desean eso? Eso es lo que queremos. Dios le bendiga amigo, eso es lo que Ud. necesita, ese super sentido pedirá algo y sabe que El lo dará. Está persuadido, “Por que el que a Dios se allega crea que le hay y que es galardonador de aquellos que le buscan”. El sexto sentido dice: “Dios guarda Su palabra, yo me entrego a El, rindo todo lo que tengo a El; mi sentido dice que eso hará que suceda, mi fe en la Palabra de Dios”. Llame entonces a todo lo que sea contrario a esto como si no fuese.

99.- Abraham se encontró con Dios y Dios le dijo: “Vas a tener un hijo por Sara” . El tenía setenticinco y ella sesenticinco, Abraham estimó a todo aquello que era contrario como si no fuera; anduvo como que le creía a Dios y le creyó. El estimó todo lo que no era, los razonamientos y todo lo demás… El doctor pudo haber dicho: “Pues Abraham, eres demasiado viejo para hacer eso”. Lo que el doctor dijo o lo que dijo alguien más no hizo ninguna diferencia, lo que dijo su propia mente y lo que dijo cualquier otro. Dios tenía razón y él se quedó con eso.

100.- Ese es el sexto sentido, el super sentido. Dios, dámelo a mí; Dios, déjame tener más de él para ministrar a su pueblo, esa es mi oración. Esta mañana cuando esa madre trajo a su niñito pelirrojo, estaba parada allí con las lágrimas corriendo por sus mejillas, yo le pregunté. “¿Cuál es el problema Hna.?” Ella dijo: “Hno. Branham, tiene leucemia”. Sentí que algo se levantó; Oh, es ayuda en el tiempo de problemas.

101.- No hace mucho Billy y yo íbamos por la carretera y algunos jóvenes negros iban por el camino conduciendo rápido, el carro dio muchas vueltas y lanzó a los muchachos por toda la carretera y un jovencito estaba presionado debajo del vehículo con su espalda contra el carro, los jóvenes saltaron y comenzaron a levantarlo y él decía: “Oh, por favor no, mi espalda se está rompiendo; no, me matarán, me matarán, no lo hagan”. Ellos decían: “Tenemos que quitártelo de encima, esta agarrando fuego”. El decía: “No lo muevan, me está presionando hasta la muerte; no lo hagan, no lo hagan”.

102.- Yo le grité: “Muchacho, ¿eres Cristiano?” Me dijo. “No señor”. Le dije: “Será mejor que ores”. El dijo: “Sí, señor”. El sexto sentido comenzó a funcionar, di la vuelta por detrás del vehículo y nunca lo sabré hasta el Día del Juicio pero de repente aquel carro se levantó de encima de él, él se puso de pie de un salto y estaba bien. ¿Qué fue eso? Una ayuda en el tiempo de problemas.

103.- Una joven de color conducía su vehículo en la carretera, un Plymouth nuevo, sólo había recorrido como unas cuatrocientas millas (Como Seiscientos cuarenticuatro kilómetros -Ed.). Había estado conduciendo a mucha velocidad. Yo vi el vehículo, se incrustó en un árbol, Billy y yo nos detuvimos, el camino había estado lleno de nieve y resbaloso delante de nosotros, pero en ese momento estaba seco . El viento estaba soplando muy duro allá en Minnessotta que sacó al vehículo, ¿recuerdas eso Billy? Yo me acerqué corriendo hacia ella y allí estaba ella sentada y decía: “Me estoy muriendo, me estoy muriendo”. Llamaron a la ambulancia, la ambulancia vino y llevaban a un hombre muerto allí en la parte de atrás y dijeron, no podemos llevarla.

104.- Entonces un agricultor dijo: “Bueno, envíen a alguien más, muy rápido, la mujer se está muriendo”. Me acerqué y le dije: “Señora, un momento”. Ella dijo: “Oh, no me toque señor, no me toque, mi espalda”. Le dije: “Señora, ¿es Ud. Cristiana?” Ella me miró y yo le dije: “Soy un ministro del Evangelio; si está muriéndose, ¿cómo está eso entre Ud. y Dios? Ella dijo: “Señor, quiero estar bien ahora”. El sexto sentido comenzó a funcionar y el Poder de Dios descendió, ella pudo salir caminando del vehículo sin la ayuda de nadie. El poder de Dios presente, la ayuda en el tiempo de problema.

105.- Andamos por fe y vivimos por fe. “El justo en su fe vivirá”. (Habacuc 2:4). Así debemos vivir. ¿A cuántos les gustaría tener más de ese sexto y super sentido? Entonces inclinemos nuestros rostros mientras oramos.

106.- Precioso Señor, nuestro Dios y nuestro Padre, eres tan bueno con nosotros que nos diste cinco sentidos para vivir y andar con ellos en esta tierra o para tener contacto en la tierra; podemos palpar las cosas que se pueden sentir con nuestras manos, las cosas tangibles; nos diste el oído para que podamos oír, estamos tan contentos de que podemos oír la Palabra de Dios. “La fe viene por el oír y el oír por la Palabra de Dios”.(Romanos 10:17). Estamos agradecidos por estos seis sentidos Señor, permite que podamos mantenerlos todos los días de nuestra vida.

107.- Que ese super sentido, el sentido de la fe, que pertenece al creyente, que debe tenerlo para creer, Señor, danos más de él. Purifícalo Señor, pruébanos y llénanos de Tu bondad y Tu poder, permítenos caminar todos los días de nuestra vida por el sexto sentido, por el sentido de la fe que sólo lo da Jesucristo. Por eso es que oramos, que podamos creer que lo recibimos sin dudas en nuestros corazones, Tú prometiste que sucedería.

108.- Señor, estoy orando por esos que tienen sus manos levantadas, ellos tienen necesidades y Tú sabes cuáles son, te pido que cada una de ellas sea cumplida, que su deseo sea concedido. Lo Pido en el Nombre de Jesús. Amén.

 

Fe en el Padre, fe en el Hijo

Fe en el Espíritu Santo

Y estos tres uno son

Los demonios temblarán y los pecadores despertaran

La fe en Jehová estremecerá todo

 

109.- Lo había escuchado antes. Ahora sin la música, un momento Señor,

Fe en el Padre, fe en el Hijo

Fe en el Espíritu Santo

Y estos tres uno son

Los demonios temblarán y los pecadores despertaran

La fe en Jehová estremecerá todo

110.- Correcto. ¡Oh mi Hno.!  Preciosa fe, preciosa y gloriosa fe. ¡Dios dame fe! “Por la fe Abraham, por la fe Isaac, por la fe Abel ofreció a Dios mejor sacrificio que el de Caín y aún muerto todavía testifica”. ¡Oh, cómo necesitamos fe! Yo le amo, yo quiero más fe. Mi deseo en esta vida y para este nuevo año que está por venir es más fe en Dios; Dios, quita toda duda que haya en mi mente si alguna vez se levanta una. Satanás lucha conmigo y con Ud., él trata de dispar sus flechas, pero que yo tengo siempre el escudo de la fe delante de mí para detener los dardos del diablo, para contrarrestar sus dardos de fuego es mi sincera oración. Dios le bendiga. ¿Hno. Neville?

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